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laboratorio Clínico

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¿Qué es un laboratorio clínico y de estudios genéticos?

Un laboratorio clínico es una instalación especializada en la realización de pruebas diagnósticas mediante el análisis de muestras biológicas, como sangre, orina, tejidos y otros fluidos corporales. Estas pruebas permiten la evaluación del estado de salud del paciente, el diagnóstico de enfermedades y el monitoreo de tratamientos médicos.

Un laboratorio de estudios genéticos, por su parte, se enfoca en el análisis del ADN para detectar enfermedades hereditarias, predisposición genética a diversas patologías y estudios avanzados en genómica. Estas pruebas incluyen secuenciación genética, estudios cromosómicos y análisis de enfermedades raras, entre otros.

Análisis y Pruebas de Laboratorio

Evalúa el funcionamiento de órganos y sistemas a través de pruebas de sangre y otros fluidos. Incluye análisis de glucosa, perfil lipídico, proteínas, electrolitos y enzimas hepáticas y musculares.

Analiza la composición y características de la sangre para detectar anemias, infecciones y trastornos de coagulación. Incluye hemograma completo, recuento de células sanguíneas y tipificación de sangre.

Evalúa la capacidad de la sangre para coagularse correctamente y diagnostica trastornos hemorrágicos. Incluye pruebas como tiempo de protrombina (INR) y fibrinógeno.

Detecta infecciones, enfermedades autoinmunes y respuesta inmunitaria a patógenos mediante pruebas de anticuerpos y antígenos, incluyendo Helicobacter pylori y panel de enfermedades autoinmunes.

Analiza el ADN para detectar enfermedades hereditarias, mutaciones y predisposición genética. Incluye secuenciación de genes, análisis del exoma y estudios de tripletes de expansión.

Examina la estructura y número de cromosomas para diagnosticar síndromes genéticos y anomalías cromosómicas. Incluye cariotipo, FISH y microarrays genómicos.

Identifica microorganismos causantes de infecciones y determina su sensibilidad a antibióticos. Incluye cultivos de sangre, orina, heces y secreciones.

Mide los niveles hormonales para evaluar trastornos tiroideos, metabólicos y reproductivos. Incluye pruebas de TSH, cortisol, testosterona y estrógenos.

Examina orina, líquido cefalorraquídeo y otros fluidos para detectar infecciones, enfermedades metabólicas y trastornos renales.

Controla los niveles de fármacos en sangre para optimizar tratamientos y evitar toxicidad. Incluye pruebas para ácido valproico, fenitoína y digoxina.

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